A menudo bromeo diciendo: “Hoy ya no soy artista”. Hay días o semanas que no me sale nada, o lo que me sale no me gusta. Y entonces hago estos comentarios: “Ahora soy pastelera”, “Cambio de oficio”. Me protejo, bromeando, para seguir creciendo. Porque lo que estoy haciendo ya no me vale, y necesito dedicar más esfuerzo para avanzar.
El artista debe estar renovándose constantemente, y es que ser artista es así, por naturaleza. He oído decir que mis obras son expresivas y sensibles. Y me siento feliz. De hecho, este es el eje que me mueve para crear y dibujar. Por eso siempre me involucro en proyectos sensibles y realistas. Me gusta contar la verdad de las cosas con transparencia y suavidad.
La línea a grafito es uno de mis puntos fuertes y la complemento con algo de color, ya sea acuarela y lápiz de color, o digitalmente utilizando la tableta gráfica y el Procreate.
Cuando dibujo a los personajes de los cuentos siento que los acaricio, ¡esto no es broma! es uno de los motivos por los que disfruto dibujando.
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